Harto de ser un segundón, el 2 adelantó al 1 en un momento de descuido. Aquel triunfo le llenó de euforia al principio pero luego descubrió la presión que conlleva ser el líder de todos los números. Las preocupaciones le hicieron adelgazar y la nariz parecía más grande en su rostro enjuto. El estrés le mantenía tenso como un palo. Miró atrás y le pareció apreciar que el 1, quizás debido a su vida relajada, redondeaba sus formas.
Cosa de dos
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Este está macanudo!!!
Eso es lo que le va a pasar a la taberna vaquero’s. Un día pasaremos del puesto 15 al 1!
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Me encanta, Pablo. Es de los relatos divertidos que hacen pensar. Además de ser muy gráfico.
Jo, ¡qué bueno es!.
Abrazos de segundón
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